La utilización de software y modernos centros de distribución permitieron que pasaran la prueba. Sin embargo, el sismo dejó en evidencia ciertas fallas que obligan al sistema a tomar mayor resguardo.
En los últimos años, en Chile las cadenas de suministro (Supply Chain) operan sistemas cada vez más eficaces mediante el concepto de mantener bajos niveles de inventario y stock.
Bajo este contexto, y en función de abaratar costos, la cantidad de insumos adquiridos o el nivel de producción y almacenaje de productos en muchas empresas están definidos en base a la demanda, siguiendo una tendencia que ha demostrado ser exitosa a nivel mundial. Con un sistema basado en software que ayudan en este tipo de planificación, midiendo el consumo histórico y el comportamiento de la demanda en fechas especiales, las empresas han dejado de lado las clásicas bodegas para dar paso a modernos centros de distribución, manejados con tecnología de punta.
Sin embargo, tras el terremoto del pasado 27 de febrero, algo en la cadena de suministro falló y el desabastecimiento de ciertos productos en tiendas y supermercados puso en tela de juicio su efectividad.
Fuente: Diario Financiero, Lunes 22 de marzo de 2010.
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